El portavoz nace pero sobre todo se hace

Si un buen producto o servicio y un buen modelo de negocio son importantes para conseguir el éxito, no lo es menos la cara visible de la compañía.

Escrito por: Ángeles Caballero

Tienes una empresa y se lo quieres contar a un periodista. Sabes que como transmisor de información es un canal fundamental para tu negocio y su trabajo puede ayudarte a ganar visibilidad y clientes. Hasta ahí parece sencillo pero, ¿de verdad sabes cómo hacerlo?, ¿cómo atraer su atención con una nota de prensa interesante, llamarle a una hora adecuada y convencerle en un cara a cara? Y si por casualidad te pide una entrevista ¿sabes que no basta con conocer muy bien tu negocio y tu sector, que necesitas oratoria, frescura y prudencia?

De éstas y otras muchas cosas hablé, como humilde portavoz de Trescom, ayer en la charla ‘Comunicar en tiempos de excesos’ en Seedrocket, la aceleradora del Campus de Google en Madrid. Porque sabemos que la comunicación sigue siendo clave para cualquier negocio, pero antes de lanzarnos a hacerlo debemos conocer muy bien qué comunicamos, a quién y para qué. En Trescom la experiencia nos dice, a pesar de lo que vaticinen algunos, que la nota de prensa sigue siendo una herramienta tremendamente eficaz. Muchos provenimos de redacciones de medios, por lo que manejamos muy bien las claves para elegir bien los mensajes que trasladar al periodista, cómo y sobre todo cuándo.

Y si un buen producto o servicio y un buen modelo de negocio son importantes para conseguir el éxito, no lo es menos la cara visible de la compañía. Por eso sabemos que un portavoz nace y también se hace, y en los talleres de formación que impartimos a nuestros clientes apostamos por una buena oratoria, claridad en los conceptos que transmiten y una naturalidad a prueba de bombas. Porque un portavoz que pierde los nervios, que no contesta o que peca de locuaz puede dar al traste con una entrevista. Y en tiempos de vida digital más que analógica, el efecto de las redes sociales puede provocar una crisis de graves consecuencias. Y es mejor prevenir que curar.