COMUNICACIÓN
03 de abril de 2020
Fake news: bulos o información, tú eliges
¿Cómo es el contenido viral que corre como la pólvora en tiempos de virus e inunda nuestros móviles y dispositivos electrónicos de bulos y desinformación?
Escrito por: Isabel Gata
Seguro que ya sabes todo esto: el causante real de la pandemia del coronavirus ha sido la tecnología 5G. El Covid-19 ha sido creado a propósito en un laboratorio. Estamos controlados por el Gobierno a través de la geolocalización de nuestro móvil. Para no contagiarte con el virus, recuerda beber mucha agua, hacer gárgaras con agua tibia y sal o vinagre, tomar complementos alimenticios y… ¡nada de ibuprofeno! Prepárate y compra todo lo que puedas en tu próxima visita al supermercado porque vamos a entrar en estado de excepción, mucho peor que el actual estado de alarma.
Sí, éstas y otras muchas advertencias y recomendaciones las tenemos claras porque las hemos recibido en diferentes grupos de Whatsapp de amigos y familiares. Y, además, están publicadas por todo tipo de usuarios en Facebook, Instagram, Twitter o cualquier red social que se precie.
Contenido viral que corre como la pólvora en tiempos de virus. Mensajes -bien sean en formato audio, vídeo o textos interminables- de amigos, conocidos, primos y colegas de bomberos, policías, médicos, enfermeros y cualquier institución con uniforme (que así es más creíble) inundan nuestros móviles y dispositivos electrónicos de bulos y desinformación en esta era de coronavirus. Sí, le confirmamos que la mayoría de este contenido es mentira.
Fake News (noticias falsas) haciendo su particular agosto. ¿Por qué caemos en el juego? ¿Por qué creemos el bulo como verdad? Según el estudio ‘Fake News and Disinformation Online´ publicado por la Comisión Europea en 2019, un 78% de los españoles recibe noticias falsas de forma habitual, mientras que la media europea se sitúa en un 37%.
Mentiras disfrazadas de veracidad con un claro objetivo: el beneficio económico de sus creadores o influir en nuestras ideas para derivarnos a una ideología política, económica o científica concretas e interesadas. Fake News, al igual que mentiras, ha habido siempre. Pero en tiempos de crisis e incertidumbre como los que estamos viviendo, el sensacionalismo, el morbo y la desinformación juegan sus mejores cartas. ¿Cómo no podría funcionar? Es contenido creado con el propósito de impactar directamente en los sentimientos y el estado de ánimo (que no es el más positivo en estos tiempos).
Es el momento de plantarles cara. De elegir información, no bulos. De no creer a ciegas todo el contenido que recibimos por Whatsapp o redes sociales e, incluso, el que leemos en medios de comunicación; o más bien, en algunos falsos intentos de medios de comunicación que aprovechan ahora para atraer tráfico (y dinero) a sus webs.
¿Cómo identificar las fake news?
- Busca cuál es la fuente de información de la noticia y desconfía de aquellas que se remitan a ‘expertos’, colectivos sin nombre y apellidos o fuentes no oficiales.
- Compruébalo en Internet: una rápida búsqueda en Google,en iniciativas expertas en desmentir Fake News o en redes sociales con el hashtag #FakeNewsCoronavirus basta para encontrar noticias que desmienten el contenido o fuentes que lo confirman.
- Contrasta la información en organismos y fuentes oficiales.
- No confíes en contenido con datos ambiguos y poco precisos.
- Analiza quién es el autor de la noticia y desconfía de las que no tengan firma o compruebes que su autor tiene una dudosa reputación.
- Ante la duda, mejor no compartir.
Siempre, y más en tiempos de crisis, hay que ser críticos y analíticos. No se trata de tragar sin masticar. Contrastar la información, analizarla y observar qué fuentes sustentan el contenido son la clave para no caer en el bulo y en la manipulación consentida de nuestras mentes.
Tenemos la libertad de poder elegir con qué contenido nos quedamos. Hay medios de comunicación para todos los gustos e ideologías. Los medios se equivocan, sin duda, a diario. Pero cuentan con profesionales expertos en analizar y en contrastar para informar con rigor y certeza. Ahora, más que nunca, los hechos son sagrados. La libertad de información, como derecho fundamental recogido en nuestra Constitución, debe estar garantizada y al servicio de los ciudadanos. Sin manipulaciones. Sin preguntas filtradas en las ruedas de prensa del Gobierno, como se quejan más de 300 periodistas españoles en el manifiesto La libertad de preguntar. Con ruedas de prensa en las que se permita una mayor participación y visibilidad a los periodistas, con fórmulas como las videoconferencias propuestas por la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas) y la Asociación de la Prensa de Madrid. Dejemos a la prensa ser el cuarto poder y actuar al servicio de la ciudadanía.
Nos hemos enfrentado al reto de no movernos de casa por el bien de nuestra salud. Ahora, demos un paso más y digamos STOP bulos, STOP reenvíos, también por nuestro bienestar. Y el de nuestra democracia. Y el de la economía global. Y el de la innovación. Y el de nuestro presente y futuro. Elijamos información, no desinformación.
SOBRE EL AUTOR
Isabel Gata
Ejecutiva de cuentas
Inquieta, curiosa, inconformista. No entendería un mundo sin comunicación, cómo no ser periodista.