COMUNICACIÓN

3 Abril  2017

¿Está la verdad muerta?

La publicación de noticias falsas ha existido toda la vida en los medios de comunicación.

Escrito por: María Zárate

La última portada de la revista ‘Time’ lo deja claro, se pregunta si la verdad está muerta en el periodismo tras el revuelo de las elecciones de Estados Unidos. Noticias como el falso apoyo del Papa Francisco a la candidatura de Donald Trump o el inexistente ataque terrorista en Suecia, como excusa para criticar la llegada de inmigrantes al país escandinavo, solo son algunas de las ya famosas “fake news”, que están viviendo su momento álgido y pasarán a la posteridad.

Por desgracia, la publicación de noticias falsas ha existido toda la vida en los medios de comunicación. Al igual que la televisión basura, la prensa sensacionalista tiene su club de fans y no está integrado por pocas personas. El problema llega cuando algunos medios, presumiblemente serios, se dejan colar titulares sin haberlos contrastado antes o la publican porque así venderán más periódicos u obtendrán muchas más visitas.

A esto último, hay que añadir el uso de las redes sociales como vehículo para difundirlas rápidamente gracias al gran número de seguidores de muchos de estos medios. A pesar de que Twitter es la red favorita de Trump y su micrófono particular para soltar lo primero que le pasa por la cabeza, esta vez ha sido Facebook la más perjudicada, siendo para muchos uno de los artífices de la victoria de Trump.

La compañía liderada por Mark Zuckerberg se ha convertido en un instrumento esencial durante las campañas políticas y movimientos sociales como la primavera árabe. Puede presumir de ser el medio de comunicación con mayor alcance en el mundo entero, casi 1.800 millones de personas.

Contrastar y alertar de este tipo de información es, sin duda, uno los mayores retos tecnológicos que se plantean ahora las plataformas sociales. Algunos ya se han puesto las pilas y están trabajando para que el espectáculo periodístico de las elecciones no se repita.

El primero en ponerse manos a la obra ha sido, justamente, Facebook. La red ha creado un mecanismo para etiquetar las noticias falsas bajo el nombre “Disputed”, debajo de los enlaces que se compartan. Politfact y Snoopes.com son algunas de las organizaciones independientes que se encargarán de hacer el “fact checking” para contrastar la información. De momento, la solución ha sido valorada de forma positiva, aunque sí que le han puesto un pero, que la noticia se difunda antes de la comprobación de los hechos.

Además de las redes sociales, hay otras partes implicadas que también tienen que poner su granito de arena, como las empresas de comunicación más tradicionales, “legacy” media, que deberían intentar gestionar el negocio por encima del “clic”.

Obama golpe comunistaAnte las críticas recibidas, Google también se ha sumado a esta cruzada y parece estar dispuesto a realizar algunos cambios en su famoso algoritmo. Los “snippets” del buscador han sorprendido a los usuarios con sus últimas respuestas, como las que sugerían que Obama estaba planeando un golpe de estado. Los “featured snippets” ofrecen un contenido alimentado de páginas de terceros, que, en muchos casos, son tratadas como fuentes fiables sin serlo.

Tim Berners-Lee, creador de la World Wide Web, alertó hace poco del peligro que corre Internet, “la desinformación o noticias falsas que sorprenden o están diseñadas para apelar a nuestros sesgos se esparcen como un incendio forestal”. Está claro que mantenerlas a raya no será sencillo.

SOBRE EL AUTOR

María Zarate

Ejecutiva de cuentas

Periodista vocacional. En el cole, ya sabía que se dedicaría a la comunicación. Le encantan los idiomas y viajar. Admite ser una friki del cine y las series.

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