¿Es posible utilizar el lenguaje de forma más inclusiva en los medios de comunicación?

El lenguaje es una herramienta imprescindible para la comunicación. También lo es el lenguaje inclusivo. Ya sea en medios tradicionales o aplicado a estrategias de marketing, hemos de evitar caer en la LGTBfobia y en el estigma del colectivo.

Escrito por: Javi Antolín

Siendo conscientes de nuestra influencia como personas que trabajan en los medios de comunicación, hemos realizado un taller en Trescom sobre el correcto uso del lenguaje inclusivo para ver la situación actual con respecto al colectivo y así ayudar a crear y establecer estereotipos positivos y acordes a la realidad LGTB.

Si bien es cierto que dada nuestra profesión hemos de ceñirnos a unas normas ortográficas y gramaticales impuestas, existen diversas alternativas para evitar caer en una mala praxis.

¿Qué hacemos entonces?

Muy sencillo. Tenemos la suerte de que el castellano es muy amplio y rico en léxico permitiendo no dejar a nadie fuera. Somos conscientes de que no podemos cometer errores y está en nuestras manos propiciar el cambio hacia un lenguaje más inclusivo en los medios.

La mejor opción es comenzar a sustituir los masculinos genéricos por colectivos abstractos. Esto eso, sustituir “los niños” por “la niñez”, o “los trabajadores” por “el personal”; cambiar él/los por quien/quienes; usar adjetivos sin marca de género en lugar de sustantivos; sustituir el artículo “uno” por “alguien” o “cualquiera”; y evitar el uso de adverbios con marca de género. En ocasiones, cuando los sustantivos son neutros, se puede omitir el artículo.

Es responsabilidad de cada medio aplicar una línea editorial acorde con las exigencias vigentes. Tenemos que pensar en nuestro público objetivo y ser capaces de comunicar de un modo en que todas las personas se sientan incluidas y cómodas.

Compromiso de las empresas

El lenguaje inclusivo en los medios de comunicación suele perderse en el camino. El mal uso de la palabra, una mala elección o el simple desconocimiento en los términos que elegimos puede transmitir una información estigmatizada. Sin lugar a duda, el interés y concienciación por parte de las empresas crece cada año y muestra de ello es, por ejemplo, la adaptación de su logo corporativo a la bandera del colectivo LGTB. Pero ¿es suficiente?

“Las empresas son un ámbito más de las personas LGTBI, como lo son los medios de comunicación”. Emma Solano Dueñas, Coordinadora Arcópoli.

En muchos casos esta acción de compromiso y apoyo es meramente oportunista, dándose lo que se conoce como pinkwashing, en el que queda vacía su preocupación hacia los intereses de las personas LGTB.

Al margen de la RAE

Hace unos años era común leer escritos en los que aparecía el uso de las “x” o el “@” para incluir ambos géneros. Sin embargo, se ha detectado que esta forma de inclusión terminológica no es correcta debido a que excluye a una parte de la comunidad: los invidentes. Piensa que un lector de textos es incapaz de reconocer estos términos y la comunicación se perdería.

Otra forma que está muy en boga es el uso de la “e”, pero que se debe reservar para hacer alusión e incluir a todo el colectivo tampoco es correcto ya que nos estaríamos refiriendo solamente a las personas no binarias.

Escribir puede resultar una tarea sencilla. Sentarse delante de un ordenador o hacerlo sobre papel es algo que se nos da bien, realmente bien. Podríamos decir que comunicar es lo nuestro. Cada día nos enfrentamos a páginas en blanco y articulamos oración tras oración para dar sentido a diferentes ideas.

Redactamos titulares, notas de prensa, creamos contenidos para redes sociales, hacemos newsletters, hasta elaboramos libros de contenidos. Pero ¿lo hacemos de un modo inclusivo? Apliquemos todo lo aprendido a nuestro día a día y apostemos, siempre que sea posible, por una comunicación que no deje a nadie fuera.

Sobre Arcópoli

El taller realizado junto con la asociación Arcópoli creada en 2004 que trabaja para equiparar social y legalmente a Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales y erradicar cualquier forma de LGTBfobia. Entre sus misiones, destaca la utilización del lenguaje de forma más inclusiva y apuestan por la utilización coherente del mismo en los medios. Poniendo siempre el foco en las peculiaridades de cada sector, abordan el tema de un modo en que todos seamos conscientes de esta realidad y hacernos ver que sí es posible.