CREATIVIDAD
31 de marzo de 2021
Con un buen diseño conductual, el usuario sabe qué hacer con sólo mirar
El diseño conductual es un acercamiento al proceso de diseño que da preeminencia a las conductas que los usuarios harán con los objetos, espacios o entidades que se diseñan.
Escrito por: Sara Grifo
Donald Norman, docente emérito de Ciencia Cognitiva en la Universidad de California, expone en su libro The Design of Everyday Things (El diseño de las cosas cotidianas) el concepto de diseño conductual, aportando una serie de ejemplos que reflejan el significado del mismo.
Explica que el vidrio, aunque su finalidad es otra, psicológicamente hablando estimula a romperlo; mientras que la madera, por su parte, se utiliza normalmente por su solidez, opacidad y capacidad de sustentación, pero también genera la necesidad de hacer grabados o incisiones en ella.
Como consecuencia de las características que presentan estos materiales, surgió un problema en los Ferrocarriles Británicos del que habla Norman en su libro: cuando las marquesinas de los apeaderos eran de vidrio, algunos viandantes las rompían, mientras que cuando eran de contrachapado, escribían en ellas y las llenaban de incisiones. Estas personas, se veían atrapadas por las prestaciones de sus materiales, sin ser conscientes de ello.
Todo ello tiene una explicación psicológica, dentro de la llamada escuela de la psicología conductual, relacionada con la conducta humana. Esta rama de la psicología estudia el desarrollo de los comportamientos que se producen por parte de las personas, alrededor de ciertas circunstancias. De este modo se puede “predecir” lo que la gente puede llegar a hacer en determinados momentos.
Esto, resulta práctico y beneficioso para el diseño ya que, aprovechándonos de estos conocimientos, se puede diseñar en base a ellos para que la comprensión por parte del usuario sea más fácil e intuitiva.
Es por ello que, actualmente, el diseño conductual se ve aplicado en todo tipo de gráficas y productos de diseño.
En diseño gráfico lo vemos aplicado
Diana
El diseño gráfico de una diana también es un buen ejemplo de diseño conductual, conduce la dirección de nuestros ojos hacia el centro, que, además, combinado con los colores que se suelen utilizar, indica que el centro es el lugar al que debemos apuntar.
Pegatinas de advertencia
Últimamente estamos más acostumbrados a ver este tipo de elementos más demandamos a causa de la pandemia: la silueta que simula la huella de unos zapatos sobre la superficie del suelo. Este tipo de diseños nos indican sin instrucciones adicionales que debemos quedarnos sobre dichas huellas, actualmente para mantener la distancia con la persona que tenemos delante o en frente.
Iconografía
Es uno de los mejores ejemplos para este concepto. Se trata normalmente de un dibujo simple, sencillo y generalmente lineal, donde se utiliza un número reducido de colores, el cual es capaz de explicar de manera intuitiva, rápida y fácil un significado.
Suele utilizarse frecuentemente, en situaciones en las que no se dispone del espacio suficiente como para explicar el concepto en detalle.
En diseño de producto también podemos observar
Las barras horizontales en las puertas
Inconscientemente, estas barras nos incitan a empujarla, y no a tirar de ella. Por eso, las puertas que incluyen este tipo de elementos suelen estar ubicadas en las salidas de emergencia, donde la evacuación debe realizarse presurosamente y las compuertas han de abrir hacia fuera, para que, en caso de incendio o emergencia de cualquier otra índole, éstas no queden bloqueadas por los obstáculos que pudiera haber en el interior.
Las ranuras
Los individuos son conscientes, sin explicaciones previas, de que las llaves se deben introducir en cavidades con su misma forma, al igual que las cartas deben depositarse en el buzón pasando a través de la ranura que éste incluye; también algunos juguetes infantiles demuestran y enseñan este tipo de mensajes.
Los botones
Los interruptores también incitan a pulsar sobre ellos, porque sabemos que después de esta acción, sucederá algo. Son un buen ejemplo los interruptores que encienden y apagan bombillas; pero también las teclas de un ordenador; o incluso, las de un piano. Y en todos ellos, siempre esperamos la respuesta después de haber pulsado, porque sabemos que una consecuencia viene después.
El diseño conductual, al ser el más funcional de todos, propone que el proceso de diseño se base en el estudio de la función que desempeñará en un futuro y las conductas que los usuarios realizarán. Teniendo en cuenta dichas conductas, el diseño puede simplificarse hasta el punto de no necesitar instrucciones añadidas para comprender su finalidad. De este modo, cuando se aprovechan las prestaciones y se hace un buen diseño conductual, el usuario sabe qué hacer con sólo mirar.
SOBRE EL AUTOR
Sara Grifo
Diseñadora Gráfica
Asturiana de nacimiento y de vocación, enamorada de todas las ramas del arte y amante de la naturaleza.