Claves para destacar en la era de la infoxicación

En la última década, el panorama mediático ha cambiado de manera evidente. Si antes eran unos pocos medios los que dominaban la agenda informativa, hoy en día los ciudadanos tienen ante sí un enorme abanico de medios y canales a través de los que informarse de forma constante.

Sin embargo, lo que puede parecer una oportunidad, también puede convertirse en un arma de doble filo y es que, la sobreinformación ha dejado paso, paradójicamente, a una gran desinformación. La imposibilidad de absorber tal cantidad de datos lleva al usuario o lector a quedarse en lo superfluo, a normalizar la cultura del titular e incluso a caer en el desinterés.

Un comportamiento que se ha extendido también a los medios de comunicación que, al verse víctimas de la falta de atención de su audiencia, han apostado por fórmulas tan efectivas como éticamente dudosas para conseguir el ansiado click, mientras las cabeceras en papel tratan de reinventarse a base de prueba y error ante el desplome de lectores.

Este escenario presenta un gran desafío para las compañías que deben entender y adaptarse tanto a las exigencias de las audiencias, como a los intereses de los medios de comunicación, sin olvidarse, por supuesto, de sus propios objetivos de comunicación. Alcanzar el equilibrio en esta ecuación no es sencillo, pero hay algunos consejos que pueden ayudar a hacerse un hueco entre tanto ruido.