Activismo, influencers y la llamada al pueblo. Cómo los influencers son las nuevas caras de la solidaridad

Pero en una era que nos permite conocer las intimidades de cualquier celebridad, entrar en casa de Jennifer Anniston o saber qué productos de belleza utiliza Sara Carbonero (agotándose al minuto vía swipe up en Instagram), nos damos cuenta de que son los “famosos” quienes mueven a las masas.

Y realmente es cierto que hay personajes y personas capaces de influir en las conductas sociales mucho más que otras. Me refiero, en este caso, a los influencers: gente que influencia, vaya. Gente con adeptos seguidores, siempre fieles a sus contenidos, que se cuentan por miles y millones. Personas que tienen una capacidad de convocatoria mucho mayor de lo que nos podamos imaginar.

Personalidades como Ministros o presentadores de televisión han pasado a un segundo plano, dejando al frente a los nuevos gurús; los líderes del hoy y del mañana, gente que emprende movimientos socioculturales, deportistas con canales de YouTube, artistas con talleres online. Modelos-actrices-activistas que ondean banderas y pancartas. Jane Fonda detenida durante una protesta contra el cambio climático.

Es de esperar, que estos influencers, ante una situación como la que estamos viviendo se pronuncien, ayuden o hagan algo al respecto. Y efectivamente, para gozo y disfrute de unos (y crítica y rechazo de otros), grandes nombres de la industria han querido mostrar su cara más solidaria y se han puesto manos a la obra creando crowdfundings, donando parte de su patrimonio o, simplemente, amenizando nuestro confinamiento con actividades, retos, filtros de Instagram y demás ideas creativas; según las posibilidades de cada uno.

Nombres internacionales como las archiconocidas hermanas Kardashian, se han sumado a esta ola de solidaridad. Kylie Jenner y Kim Kardashian han donado millones de dólares para ayudar a los afectados por el COVID-19.

Por su parte, la influencer más solicitada de Italia y alrededores, Chiara Ferragni, y su marido, el rapero Fedez, han iniciado una campaña de crowdfunding a través de sus redes sociales, con la que han recaudado más de tres millones de euros en un día (¡¡¡!!!).

Esta solidaridad espontánea ha traspasado fronteras hasta llegar a nuestro país, subiendo al carro a varias celebridades patrias que están aportando su granito de arena en esta lucha sin descanso.

La gallega más internacional, Gala González, ha iniciado un movimiento para conseguir fondos para la ayuda a nuestros mayores. Por su parte, Dulceida y Alba Paul han lanzado la campaña #SOMOSUNO para la asistencia e investigación del COVID-19.

En paralelo, grandes nombres de la industria del follow como Pelayo Díaz, Tania Llasera, Cristina Pedroche, Laura Escanes o Risto Mejide, exhibe carteles con el hashtag #YOMECORONO por todo su Instagram, recaudando fondos para un ensayo científico que promete acabar con el virus.

Y la cosa no termina aquí; gran cantidad de influencers del panorama nacional se suman a esta ola solidaria con diversas acciones, más a pequeña escala, pero igual de importantes:

Sara Carbonero colabora con UNICEF y difunde la labor que la ONG está llevando a cabo. La influencer y exconcursante de Gran Hermano, Susana Molina, da voz a diversas iniciativas en sus stories destacados, apoyando entre otros, el movimiento #YOMECORONO.

Lucía Be ha puesto a la venta una serie de camisetas y destina el 33% de los beneficios a la financiación de la investigación del COVID-19.

La Vecina Rubia está difundiendo diversas acciones de ayuda a través de su perfil de Instagram, Madame de Rosa se ha vuelto a enfundar la bata de enfermera tras año lejos de la profesión (y sí, hace unos días daba positivo en COVID-19), Rocío Osorno está produciendo mascarillas para todo aquel que las necesite y el modelo y actor Jon Kortajarena ha buscado por cielo y tierra a una mujer que necesitaba un respirador para su marido.

Por otro lado, y bajo el hashtag #YOMEQUEDOENCASA, las redes sociales se han llenado de lives, posts y stories de influencers de todos los tamaños: conciertos en directo, clubs de lectura, manualidades varias para toda la familia, sesiones de entrenamiento, recetas veganas o incluso psicólogos instagramers. Todo para ayudarnos a llevar lo mejor posible este retiro forzado.

Tras ver todas estas iniciativas lideradas por influencers de aquí y de allá, tenemos la esperanza de que, cuando volvamos a la normalidad, todas las personas que tienen la capacidad de influir de verdad, de generar conciencia, sigan haciéndolo.